Si hablar bien de un político siempre es altamente arriesgado y caes en la alta posibilidad de arrepentirte en un futuro, hablar bien de dos supongo que podría considerarse un acto temerario. Pero parto de una ventaja aquí, y es que ninguna de las dos necesita de la política para vivir, y ambas han manifestado ya fuertes discrepancias con sus partidos.
Las dos son mujeres, las dos
nacieron en los 70 (se llevan menos de 4 años), las dos han tenido
responsabilidades políticas, las dos han sido enormemente críticas con sus
partidos (Ciudadanos y PP), las dos comparten un discurso globalista, supranacional
y antiidentitario, las dos han vivido más de media vida ya no de un país a
otro, sino de un continente a otro. Una es hija de Eduard Punset, la otra es
descendiente de una famosa familia aristócrata. Las dos se conocen y han
compartido conferencias.
Las dos piensan por sí mismas, y
hoy en día ver a alguien que piensa por sí mismo, en la era de lo políticamente
correcto, y donde todo el mundo habla siguiendo el patrón de un molde
perfectamente marcado, a mí particularmente me impresiona. Cayetana lo aprendió
en Oxford, donde hizo la carrera universitaria, y donde le inculcaron eso tan
propio de la cultura anglosajona que más que aprender conceptos determinados,
aprender a pensar por uno mismo y estructurar de manera lógica sus ideas.
Carolina estoy seguro que lo propio lo aprendió de su padre.
Tienen estilos muy diferentes, Carolina
más hippy, Cayetana más clásica. Cayetana es más de hablar en público en una
conferencia y llevarse a la gente detrás, sin caer en lo emotivo ni jugar con
la modulación de la voz, simplemente desde una argumentación impecable construida
desde la razón. Carolina resulta totalmente cercana y natural en la corta
distancia (tuve la ocasión de verla en persona cuando Ciudadanos empezaba a
darse a conocer en Valencia).
Las dos serían blancos fáciles de
sus enemigos, a una le dirían que es una happy flower que vive en los mundos de
Yupi, a la otra que es una ultra pija, y a las dos les dirían que no tienen ni
idea de que en mundo viven. La realidad es radicalmente distinta. Saben como
pocos en que mundo estamos viviendo en este arranque de S.XXI.
No es casual que las dos tengan
una visión globalista cuando se han pasado la vida de un lado para otro
Carolina (EEUU, Haití, Reino Unido, Francia, España), Cayetana (Reino Unido,
Argentina, Francia, España). Pero no creo que sea solo una cuestión de haber estado viviendo
aquí o allí, hay algo más que tienen en común y que les hace tener la visión
del mundo que tienen.
Voy a explicar algo que no se si habrá
explicado alguien alguna vez: para tener una visión conjunta del mundo hay que
tener un punto de abstracción del mismo. Puede parecer contradictorio pero no
lo es en absoluto. Es lo del árbol que no te deja ver el bosque. La gente que
vive centrada en su mundo, el de seguramente sacar su vida y su familia adelante,
difícilmente (no digo que no puedan haber casos) va a tener la capacidad de ver
la foto completa. Hace falta tener una cierta independencia, que no tengas que
dedicar tu vida a sobrevivir en el mundo, y que por tanto puedas observarlo
como espectador ajeno a él. Vamos, tener las espaldas cubiertas. No sé si esto
suena clasista, y no sé si queda políticamente correcto decir algo así, pero
este blog nunca pretendió serlo.
Carolina Punset Bannel
Carolina Punset Bannel
Es verdad que la mayoría de los
hijos o hijas de papa son bastantes estúpidos (créanme he conocido unos
cuantos), viven en su mundo con sus problemas superficiales y muestran una falta
de empatía o incluso insensibilidad con los aspectos sociales. Eso es
innegable. Pero de la misma forma, alguien nacido en una familia acomodada, si
ha recibido la educación adecuada y además ha tenido inquietudes intelectuales
y se ha molestado en pensar por sí mismo, puede tener una visión del mundo en
su conjunto y poder analizarlo. Y en ocasiones, si se dan las condiciones
adecuadas, esas personas pueden llegar a tener vocación por mejorar la
sociedad, pero desde la posición de alguien independiente, que no necesita
vivir del partido y que por tanto disponen de total libertad para defender sus
ideales y llegar a abandonar sus cargos. Ese es el caso de Carolina y Cayetana.
Hace poco, al día siguiente de
ganar Trump, escribí diciendo que el globalismo tenía que articular un discurso
ilusionante que moviese a la gente. He pensado mucho sobre ello, y he llegado a
la triste conclusión de que no se si eso sería posible. En un mundo en el que a
la gente se les programa desde pequeños para pensar de una forma individualista,
materialista, consumista, egoísta y cortoplacista, cambiar el foco y tratar de
hacer pensar a la gente de forma global y en un plazo más largo de tiempo quizás
no sea posible.
Si Cayetana y Carolina fundasen
un partido evidentemente no ganarían las elecciones, pero es que ni siquiera sé
si llegarían a tener representación. Puede que aún estemos en una fase previa del
globalismo a nivel público, una fase más de la reflexión intelectual, cuasi en
privado, una fase más de Think Tank que de partido político. Quizás por eso no
sea casualidad que Cayetana tenga el cargo de directora del área internacional
del Think Tank más famoso, seguramente el único famoso, de España: FAES, (vale,
ahora mismo cabo de perder a la mitad de los lectores del blog), y sea
presidenta de Libres e Iguales. Fue diputada en el Congreso de los Diputados desde 2008, pero las enormes discrepancias con el partido le llevó a no repetir en las listas para las elecciones generales de 2015.
Carolina se tuvo que ir de las
Cortes Valencianas tras ser elegida diputada por cabeza de lista de Ciudadanos, que sacó en total 13 representantes en las autonómicas de 2015. El tiempo que estuvo en la cámara fue el
suficiente para que dijese el discurso, que yo, como globalista aintiidentitario nacido
en Valencia, llevaba toda la vida esperando oír a un político en Valencia. Sí,
aquel famoso discurso de los aldeanos, (vale acabo de perder la otra mitad de
lectores del blog), 12 minutos de video que no puedo más que suscribir letra a letra,
en que se hace un repaso desde lo que supone jugar a darle cancha a los
regionalismos, hasta lo vital que es enseñar, de verdad, inglés a la gente y no
perderse tanto en la defensa de lenguas regionales. Se podrá discutir mucho
sobre la conveniencia o no de haber dicho en aquel discurso aquello de aldeanos,
yo, personalmente, creo que fue un gesto
necesario para observar la reacción al mismo.
Y la reacción al mismo fue el escándalo y el rechazo de pleno, incluido gente de su propio partido. Rivera, que siempre fue el cabeza de lista de un partido nacido para enfrentarse a cualquier tipo no ya de nacionalismo, sino de regionalismo, ahora en sus planes (totalmente legítimos) de ganar espacio político, empezó a impulsar a un regionalista valenciano como cabeza del partido en la Comunidad Valenciana. Esto es lo feo y desagradable de la política, que lo que empieza siendo un proyecto ilusionante promovido en una sala con un puñado de intelectuales, acaba convirtiéndose, en el mejor de los casos, en la opción menos mala que te ofrece el sistema.
Y la reacción al mismo fue el escándalo y el rechazo de pleno, incluido gente de su propio partido. Rivera, que siempre fue el cabeza de lista de un partido nacido para enfrentarse a cualquier tipo no ya de nacionalismo, sino de regionalismo, ahora en sus planes (totalmente legítimos) de ganar espacio político, empezó a impulsar a un regionalista valenciano como cabeza del partido en la Comunidad Valenciana. Esto es lo feo y desagradable de la política, que lo que empieza siendo un proyecto ilusionante promovido en una sala con un puñado de intelectuales, acaba convirtiéndose, en el mejor de los casos, en la opción menos mala que te ofrece el sistema.
Pero por suerte, Carolina, estaba
ahí para recordarnos por twitter que la senyera, como cualquier bandera, no es más que un trozo de tela.
Trozos de tela identitarios que no hacen sino resaltar las diferencias entre unos y otros, todo lo contrario de lo que debería de ser una política globalista.
Trozos de tela identitarios que no hacen sino resaltar las diferencias entre unos y otros, todo lo contrario de lo que debería de ser una política globalista.
Por cierto, Cayetana también tuvo
un lio gordo por twitter, es bastante triste que a una persona como ella la mayoría
de la gente solo le conozca por esto:
Carolina y Cayetana son las dos
antiidentitarias, y la noche electoral
del 20 de diciembre de 2015 en las puertas de las sedes de los dos partidos se
vio exactamente la misma escena: gente alzando la bandera española y chillando
aquello de “Yo soy español, español, español”. Aberrante. Y triste, sobre todo
para el partido de Carolina. El sucio precio de tener que dejarse querer en política
y recurrir a las pasiones y dejar de lado la razón. Pero claro hay que recordar
que es este país la fórmula para ganar las elecciones es muy sencilla, basta
con recordarle a la gente que: “los españoles son muy españoles y mucho
españoles”. Con eso arrasas.
"Impresionante" muestra de ejercicio intelectual, así se ganan unas elecciones en España
"Impresionante" muestra de ejercicio intelectual, así se ganan unas elecciones en España
Quizás estemos aún muy lejos de
que la gente pueda entender que su identidad la pueden construir ellos mismos,
y que no tiene por qué venir determinada por el lugar donde han nacido, el personalísimo
acento de Cayetana es una muestra en si misma de identidad personal más allá de
las regiones y que ella conserva con orgullo.
Sin duda estamos lejos de que la
gente pueda superar el concepto de “pueblo” porque eso les da una falsa
sensación de protección, y mientras la gente tenga miedo, la gente seguirá buscando
sensación de protección, de pertenecer a una “tribu” y seguirá queriendo
levantar una bandera que represente todo eso, aunque cada día que pase eso
tenga más de virtual que de real.
Por cierto un aspecto que no
quiero dejar de señalar es el de que las dos sean mujeres. Personalmente creo
que el movimiento social más importante del S.XX fue el feminismo, y hoy en día,
por unas razones u otras, se está desvirtuando lo que aquello representó. Pues
bien, no creo que haya mayor ejercicio de pedagogía hacia el respeto de las
mujeres que escuchar media hora de impecable exposición y argumentación a Cayetana
o Carolina. Cuando uno las oye hablar entiende que con gente de esa talla no harían
falta políticas de cuotas ni listas cremallera ni manifestaciones de mujeres con
el pelo teñido de colores. Se ganan el respeto por sí mismas, simplemente con
la argumentación, mostrando unas cabezas increíblemente estructuradas.
En fin, que seguramente estaremos
muy lejos aún de ver un partido verdaderamente globalista, pero al menos los
globalistas y los antiidentitarios tenemos ya dos grandes referentes a las que
leer y oír en conferencias.
Ojalá sigan mucho tiempo las dos
compartiendo sus reflexiones y de una forma u otra, teniendo una cierta vida
pública.
FICHARA