Hace mucho tiempo que me di
cuenta que si alguien me hubiese preguntado por mi ideología lo único que se me
habría ocurrido decir es “pro-globalización” (mucho más tarde me enteré de que
hay un término para eso fonéticamente mucho más correcto que es el de “globalista”.
Como mucho me habría dado por añadir que en lo económico creo en el modelo
europeo de la búsqueda constante de un equilibrio entre una socialdemocracia
moderna y un liberalismo moderado.
Pero desde luego lo que no
encajaba en mi esquema mental de ninguna manera era el viejo patrón de derecha
o izquierda. No veía debate en él, porque a la vez que veía ideas muy
entrecruzadas entre un lado y otro veía también muy pocas diferencias en
muchos de los aspectos. Ahora he entendido porqué.
La política se presenta como un enfrentamiento
de ideas (ideales) que en su mayor parte son incompatibles, al menos en un
principio, pero esas ideas pueden evolucionar hasta un consenso mayoritario en
la sociedad desapareciendo de facto el debate político de las ideas. Ese
enfrentamiento de polos opuestos cada muchos años cambia, se supera el
enfrentamiento y el debate anterior y se presenta uno nuevo.
Y oh sorpresa! En los tiempos tan
calmados y reposados que nos ha tocado vivir (nótese la ironía) que raro que resulte
que el debate ideologíco en la política haya cambiado. El debate de
socialdemocracia vs liberalismo se ha agotado, porque la gran mayoría de las
sociedades Occidentales han llegado a un consenso intermedio, un marco de ideas
muy claras que a la inmensa mayoría de la población nos parecen totalmente razonables, aceptables e incluso convenientes.
Por supuesto si te pones a buscar
encuentras aun dentro de la sociedad los dos polos bien definidos, encontraras
gente a la que le parezca que vivimos en
el ultra liberalismo y encontraras gente que piense que la socialdemocracia se
ha comido todo el espectro político.
Lo cierto es que estamos en algún
punto intermedio en el que la gran mayoría de la población compartimos unas
ideas claras, tales como: la sanidad y la educación tienen que ser gratuitas,
tienen que existir organismos de control, se tiene que dejar cierta libertad de
maniobra a las empresas para no asfixiarlas, en lo social hay que ser tolerante
con la libre elección de la gente para que vivan su vida…etc. Al final todo el
debate se reduce a tocar unos puntos arriba o abajo el impuesto X, es decir en
la práctica no hay debate.
Por tanto ese esquema está
superado y hoy en día no cabe. ¿Cuál es el nuevo debate ideológico que surge
por tanto dentro de la política? El de los globalitas vs nacionalistas.
Hemos explicado muchas veces aquí
como el fenómeno de globalización es imparable y hemos tratado de explicar
varias de sus consecuencias. Pero nunca nos hemos planteado si todo el mundo
quiere eso. Pues resulta que como en todo, hay gente que lo vemos con buenos
ojos y gente que lo ve con no tan buenos.
Como hemos dicho muchas veces
aquí la globalización implica que el proteccionismo de Occidente respeto a sus
ciudadanos se acaba y hay gente que quiere mantener ese proteccionismo. Ahí es
donde nace la figura del nacionalista, que aboga por dar un paso atrás (o 27)
en el proceso de globalización y vivir bajo el protectorado de su Estado.
Hace tiempo vi un video que
reconozco que en su día me chocó de Ángela Merkel el día que ganó sus últimas elecciones,
le pasaron una bandera alemana y la rechazó (os dejo el video).
La razón por la que Merkel
rechazó la bandera alemana es la misma por la que a mi hace muchos años que me
dejó de apetecer sacar la bandera española. En el nuevo esquema político para
un globalista no tiene sentido alguno remarcar los símbolos nacionales. Para un
globalista lo nacional es un marco caduco, representa lo viejo y el miedo al
cambio.
Esto no quiere decir que todo
marco que no sea global vaya a desaparecer, al contrario, ya lo hemos dicho por
aquí alguna vez también: el futuro de la política tal y como la conocemos es la
municipal. El futuro es de los ayuntamientos, son la institución más cercana al
ciudadano y por tanto la más adecuada para preocuparse de él. Si a eso le añadimos
que las ciudades no van a dejar de crecer, pues blanco y en botella. Un mundo
global es un mundo de ciudades, no de países.
Unos de los mayores miedos de los
nacionalistas frente a la globalización es que nos lleve a todos a vivir en
peores condiciones. Es innegable que en un proceso de equilibrio las dos partes
tienden a confluir en algún punto intermedio, pero lo cierto es que nuestra parte está demostrando pesar mucho más que la otra y
llevarse el juego a nuestro terreno. Citando a Cristina Garmendia: “Dentro de
50 años China se parecerá mucho más a Europa que Europa a China”. Desde luego la tendencia de los últimos lustros así lo demuestra sobradisimamente.
Precisamente uno de los chinos más
famosos de nuestros días, Jack Ma, fundador de Alibaba, le mandaba la semana pasada un mensaje al nacionalista Donald Trump: “Cuando se para el comercio, comienzan
las guerras”. Recuerda mucho a la del escritor, economista y legislador francés
del S.XIX, Frederic Bastiat:
Así que para finalizar una
pregunta para todos aquellos que hace tiempo que ya no se sienten identificados
con el viejo debate político de izquierda o derecha:¿Y tú que eres? ¿nacionalista o globalista?
Un saludo.
FICHARA
El video de Merkel:
El video de Merkel:
Que feo rechazar la bandera, eso no es que sea nacionalista o no, lo veo como fanatismo de la globalizacion.
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