¿Se han preguntado alguna vez que es lo más grande que existe en este mundo?
No es ni más ni
menos que el talento humano, esa capacidad que tenemos para pensar,
reflexionar, y en última instancia como consecuencia de lo anterior, ser
capaces de crear cosas, nuevos conceptos y cambiar las situaciones existentes.
Porque, ¿cuál es el origen de las cosas?, es decir su estado
natural ¿cómo sería todo si los humanos fuésemos una especie animal más sin
capacidad de desarrollar talento?
Pues el ciclo de la vida sería más o menos así: nacer en
mitad de la nada, lo que hoy podríamos llamar un descampado y tener que
buscarte la vida para todo. ¿Quieres beber?, busca agua. ¿Quieres comer?, mata algún
bicho con tus manos. ¿Tienes frio?, te jodes. ¿Bebes agua contaminada y te
mueres?, mala suerte.
Si, algo así sería el ciclo de la vida humana si no estuviésemos
dotados de talento.
Y es que, lo que nos ha sacado de las cuevas, lo que ha
hecho que la vida sea algo más que obedecer a instintos primarios para
sobrevivir, lo que nos ha dado en definitiva ABSOLUTAMENTE TODO lo que tenemos
ahora, es el talento humano.
En otro post anterior les hacía ver como todo lo que nos
rodea (seres vivos aparte) lo ha creado una empresa, y es que las empresas no
son ni más ni menos las organizaciones que estructuran y organizan el talento y
la capacidad de trabajo de las personas.
Por eso, en el fondo, uno siente un cierto respeto por “el
sistema”, a pesar de todo, o mejor dicho por “todos los sistemas” que nos han
precedido, porque al fin y al cabo en el origen estábamos en el descampado del que
hablábamos antes, y hoy estamos donde estamos. No me negaran que la mejora no
ha sido sustancial.
Por el camino se han hecho barbaridades, sin duda, y
seguramente a lo largo de los siglos habrán habido sistemas nefastos, que poco
habrán ayudado a avanzar o que incluso nos hayan hecho retroceder, pero al
final el conjunto, visto en perspectiva, no creo que se pueda negar que ha sido
positivo.
Y ya que estamos haciendo un repaso tan amplio del asunto, reflexionemos: ¿Cuál ha sido nuestro gran drama en la humanidad? En serio, como especie ¿Cuál ha sido nuestro gran error? Pues ni más ni menos que todo el talento humano que hemos perdido por el camino.
¿Se imaginan donde podríamos estar ahora si todos y cada uno
de los seres humanos que han pasado por este globo hubiesen podido desarrollar
su talento? ¿Cuántos artistas, científicos, o humanistas nos hemos perdido? ¿Qué
tipo de avances tecnológicos, médicos o corrientes intelectuales podríamos estar
disfrutando ahora mismo?
La buena noticia es que los que somos hijos de los 80 vamos
a ver (lo estamos haciendo ya) una universalización, una democratización a
nivel global del talento humano. Internet ha sido el catalizador que ha hecho
posible que el aprovechamiento del potencial humano mejore exponencialmente.
Cualquiera con acceso a internet tiene acceso a la
información, puede formarse, incluso puede ofrecer su talento al resto del mundo.
Las plataformas de impulso del talento, (a lo que antes me había referido como
empresas) se han abierto totalmente.
Ya no necesitas ser contratado por una gran multinacional
para dar un vuelco a la industria de las telecomunicaciones, puedes hacerlo
desde casa, si sabes programar y se te ocurre la idea de hacer algo que se
llame “WhatsApp”. Ya no necesitas ir a la universidad de no sé donde que esta a
no sé cuantos km de tu casa, para adquirir conocimientos, los puedes adquirir
de forma autodidacta si tienes conexión a red. Ni siquiera necesitas ya hacer
contactos personales físicos, puedes conocer a la persona adecuada en sitios
como LinkedIn.
Y lo mejor de todo esto, es que este fenómeno es
absolutamente universal. No sé si lo saben pero en África el tema de los
smartphones está siendo una verdadera revolución, está cambiando por completo
la forma de trabajar y de educar a la gente. Y si eso pasa en África que no
pasará en el resto del mundo.
Por eso, los que somos los hijos de los 80 vamos a ver un
aumento espectacular del desarrollo del talento y potencial humano. Cualquiera
que tenga algo interesante que aportar al mundo podrá hacerlo. Se rompen de
raíz las fronteras y las barreras del conocimiento y de la capacidad de
desarrollar cosas.
Si de algo está sediento el mundo ahora mismo es de talento.
Talento que aporte soluciones a los problemas y situaciones cada vez más y más
complejas que se nos van planteando. Y ese talento se buscará donde sea, y se
aceptará venga de donde venga.
Ya lo hemos comentado alguna vez también por aquí, en Alemania
hay muchos profesionales alemanes en paro, y sin embargo buscan muchos de esos
mismos profesionales fuera, vengan de donde vengan, y es que lo que están
buscando no es un titulo concreto, lo que están buscando es talento, y por supuesto
no importa el origen del mismo.
Y aquí viene lo difícil para muchos, y es que hay que
meterse en la cabeza desde ya, que haber nacido blanquito y en la cara bonita
del mundo, es decir los EEUU o Europa en poco tiempo no significará nada desde
el punto de vista laboral.
Porque el mundo, territorialmente, cada vez menos va a tener
2 caras, todo se va a ir difuminando hasta quedar una moneda de un solo lado.
La diferencia estará en cada uno, no será ya un tema de países. En otras
palabras, la cara o cruz de la moneda dependerá de uno mismo y no de donde haya
nacido.
Ante esto hay gente que siente miedo, esa gente que se veía
protegida por el paraguas de haber nacido blanquito y occidental y que estos mensajes
de que el paraguas desaparece les hace temblar.
Una vez alguien a quien respeto mucho me dijo que decirle a la
gente que no sintiese miedo no servía de nada. Muy posiblemente tenga razón, así
que no lo haré.
Pero sí que me gustaría que los que somos hijos de los 80
reflexionemos por un momento ante el brutal potencial que se nos viene encima,
de todos los avances que vamos a poder ver y que no somos capaces ni de
imaginar.
Y es que, si hasta ahora, siendo una parte mínima de la
población de este globo la que tenía posibilidad de desarrollar su talento,
hemos llegado hasta donde hemos llegado, con la universalización del mismo que
acabamos de ver ¿A dónde seremos capaces de llegar?
El viaje, sin duda, se muestra apasionante.
FICHARA.
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