Una de las cosas que más oímos últimamente es que la clase media está disminuyendo, que tiende a desaparecer, y que los que somos los hijos de los 80 vamos a ser la 1ra generación de la historia que vamos a vivir peor que nuestros padres.
Es total y absolutamente cierto que la clase media tal y
como la conocemos, es decir la clase media occidental, va a tender a reducirse
mucho, muchísimo. También es totalmente cierto que los hijos de los 80 vamos a
vivir de una forma muy diferente a como lo hicieron nuestros padres, de hecho
lo estamos haciendo ya.
En si vamos a vivir mejor o peor no me quiero meter
demasiado, porque cada uno tendrá su propia visión de lo que es vivir mejor o
peor, y reflexionarlo en profundidad nos llevaría a un debate filosófico muy
largo que no es el propósito de este post.
En cualquier caso vivimos en un mundo
infinitamente más competitivo, arriesgado y difícil que el mundo en el que
vivieron nuestros padres, y desde luego lanzarse a formar una familia es
sustancialmente más complicado.
Supongo que lo que la mayoría se estarán preguntando ahora
es por qué pasa esto, por qué la clase media tiende a desaparecer. Pues bien la
respuesta es muy sencilla y se resume en una frase muy corta:
“La clase media occidental tiende a desaparecer porque el
modelo económico que la creó se ha agotado”
Así de simple.
¿Cuál ha sido ese modelo económico?
Pues ya lo hemos comentado por este blog alguna vez, el modelo basado en el hiper-mega-consumo
que se puso en marcha en occidente tras la IIGM, regulado además dentro de las
normas del sistema capitalista, el cual viene existiendo aproximadamente desde
el año 1800.
Una vez en clase nos plantearon una pregunta muy sencilla:
“¿Quién
es el gran beneficiado del sistema?”. La respuesta era sorprendente: El
Consumidor. Es decir todos y cada uno de nosotros cuando actuamos como tales,
en otras palabras, ni más ni menos que la clase media occidental.
Y es rigurosamente cierto, la clase media, tal y como la
hemos conocido hasta ahora, la creó el modelo económico que se agotó en 2008.
Ese modelo económico que nos dio una capacidad de consumo creciente a
centenares de millones de ciudadanos occidentales.
Ese modelo económico que nos
trajo prosperidad, trabajos cualificados y
que gracias a ellos nos trajo también la llamada sociedad del bien
estar, es decir las coberturas sociales por parte de los estados.
Ahora mismo muchos se estarán preguntando porqué un modelo
económico que aparentemente funcionaba bien y que hizo que centenares de
millones de personas mejorasen su calidad de vida ha fracasado, o para ser más
justos y precisos, sencillamente se ha agotado.
Pues bien, ese modelo económico se ha agotado porque se
basaba en unos principios que lo hacían insostenible en el tiempo. Fueron
muchos de los propios ciudadanos occidentales de clase media, es decir los
mayores beneficiados del modelo, los que hace muchos años ya empezaron a
denunciar que el mismo era insostenible, y el tiempo ha terminado dándoles la
razón.
El objetivo de este escrito no es hacer una denuncia contra
el sistema o el modelo establecido hasta el 2008, porque lo cierto es que nos
trajo muchísima prosperidad y avances, y además lo pasado, pasado está.
Por
otra parte, tampoco nos llevaría a nada útil culpabilizar a los millones de occidentales
que trabajaron durante décadas según las estructuras y normas de aquel modelo,
ni a los que se pudieron beneficiar de sus ventajas.
Pero sí que me gustaría hacer un análisis que nos haga ver
el por qué de la caducidad del mismo, por qué no ha sido posible sostenerlo por
más tiempo.
Bien, preguntémonos pues, ¿En qué se basaba ese modelo
económico del hiper-mega consumo que creó a la que hemos conocido como clase
media occidental y que ya se ha agotado?
Yo lo resumo en 3 pilares:
- Explotación de los recursos naturales del
planeta.
- Explotación de mano de obra de países no occidentales.
- Explotación de mano de obra de países no occidentales.
El primer punto ya lo expliqué en el post “EL PARO ES PA
SIEMPRE”, básicamente el modelo productivo y del super consumo se basó desde el
principio en la explotación de las materias primas de nuestro globo.
En un principio
se pensó que la vasta cantidad de materias primas disponibles nunca iban a ser
un freno para el modelo económico, pues podrían durarnos “para siempre” o al menos
varios siglos.
En los años 70, con la crisis del petróleo se empezaron a oír
las primeras voces de alarma de que esto no era así, que los recursos del
planeta eran en realidad limitados, y que al ritmo que llevábamos acabaríamos
por agotarlos mucho antes de lo que nos pensábamos.
El mensaje poco a poco caló, y en los 90 ya era mucha de la
propia población occidental la que se daba cuenta de que esto ciertamente era
así, y que por tanto, no iba a ser sostenible durante mucho más tiempo.
Del segundo punto también he comentado algo ya, el modelo económico que creó a la
clase media occidental llegó a un punto delicado cuando la mano de obra básica
empezó a ser una carga importante en los costes del sistema.
Pronto se dieron
cuenta que esos trabajos se podían hacer en otros países a unos precios de mano
de obra infinitamente menores y exportar los bienes producidos, de forma que los
occidentales de clase media los pudiésemos consumir a precios razonables.
Esto se dio mucho en la década de los 80 y los 90.Fué la
época en la que el discurso oficial era que los Chinos eran pobres porque
fabricaban cosas malas y baratas y que en Occidente éramos ricos porque
teníamos mucha más formación y por tanto éramos capaces de crear cosas mucho
más complejas buenas y caras.
Lo cierto es que mucho del consumo del que
disfrutaba la clase media occidental era de bienes elaborados en países con
unas condiciones laborales que aquí habríamos calificado de esclavas.
Por tanto ya hemos visto 2 de los pilares en los que se
basaba el modelo económico que hizo posible la existencia de la clase media
occidental: la explotación del planeta, y la explotación de personas ajenas a occidente.
Pero llegó un momento en el que ni siquiera con los 2 puntos
anteriores fue suficiente para hacer que el modelo económico se siguiese
manteniendo. Llegó un momento en el que la mayoría de la clase media occidental
ya no tenía más dinero para seguir aumentando su hiperconsumo, por lo que el
modelo, basado en el mismo, corría peligro.
Y aquí es cuando llegamos al 3er punto, el endeudamiento,
tanto público como privado. La única forma de hacer que el consumo siguiese
creciendo era dándole a la clase media occidental acceso fácil al crédito para
el consumo. Aquí es donde vivimos la avalancha de acceso a las tarjetas de
crédito, pagos a letras, y finalmente super endeudamiento hipotecario.
¿Cuándo se agotó el modelo económico del hiperconsumo que
había dado paso a la creación de la clase media occidental? Cuando se agotó la capacidad
de crédito de la clase media occidental.
Cuando se llegó a este punto ya no
hubo más conejos para sacarse de la chistera. La clase media occidental con
nuestro hipermega consumo habíamos exprimido el planeta explotando sus recursos
naturales, habíamos exprimido a los demás explotando su mano de obra, y finalmente nos
habíamos exprimido a nosotros mismos explotándonos nuestra propia capacidad de
endeudamiento.
Llegados a este punto, veo interesante explicar cómo
funcionaba lo que hemos conocido hasta ahora como “la sociedad o el estado del bienestar”,
vamos lo que vienen a ser las coberturas sociales, es decir educación y sanidad
sostenidas por el estado y de gratuidad para la clase media occidental, así como
sistemas de pensiones, coberturas de paro…etc.
Es muy sencillo, y por seguro que ya lo han oído y leído cientos
de veces. Los Estados occidentales obtenían los recursos para ofrecer estas
coberturas sociales a sus ciudadanos (mayormente clases medias) a base de
impuestos. Los impuestos eran ni más ni menos que parte de los beneficios
económicos que los ciudadanos y empresas obtenían en el modelo económico del
hiper consumo que hemos explicado ya.
Es decir, al final tenemos que las coberturas sociales que ofrecían
los estados occidentales a sus clases medias venían de los 3 puntos descritos
en el post: explotación del planeta, explotación de ciudadanos no occidentales,
y deuda de los propios ciudadanos occidentales.
Pero el tema es aún más cachondo, y es que ni con esas los
estados occidentales eran capaces de cubrir las demandas de coberturas sociales
que sus clases medias les reclamaban, sencillamente no recaudaban lo
suficiente, porque sus propios ciudadanos no producían lo suficiente.
¿Qué hicieron los estados occidentales entonces? Pues
endeudarse ellos mismos, es decir emitir deuda pública.
De esta forma, los estados occidentales, lo que no
conseguían vía recaudación de impuestos de la productividad y consumo de sus
propios ciudadanos, lo conseguían vía deuda pública, y así de esta forma tenían
lo suficiente para poder pagar sus coberturas sociales.
¿Qué consecuencias tienen las deudas públicas? Pues es algo
que también se resume en una frase muy corta: “Pan para hoy y hambre para
mañana”. ¿Por qué? Pues porque significa que a partir de ese momento parte de
lo que recauden los estados vía impuestos ya no irá a educación, sanidad o
pensiones, si no que irá a devolver la deuda que hayan adquirido, y pagando los
correspondientes intereses por supuesto.
Eso quiere decir que las coberturas sociales que se dan hoy
son a costa de recortar las coberturas sociales del día de mañana.
Dicho de otra forma:
"Las coberturas sociales de ayer, fueron a costa de recortar las coberturas sociales de hoy."
"Las coberturas sociales de ayer, fueron a costa de recortar las coberturas sociales de hoy."
Y ahora es cuando me viene a la mente otra frase que hemos oído
mucho últimamente: “Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”
Tras lo que se ha expuesto en este post, ¿ustedes que creen?
¿Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades las clases medias
occidentales?
Pues creo que la respuesta viene sola: evidentemente, las clases medias occidentales hemos
vivido muy por encima de nuestras posibilidades, porque el mundo que habíamos construido
en occidente se basaba en explotar recursos externos de manera despiadada para
disfrutar de una riqueza que no éramos capaces de generar por nosotros mismos, y eso inevitablemente tenía fecha de caducidad.
FICHARA
No hay comentarios:
Publicar un comentario