viernes, 13 de junio de 2014

LA GENERACIÓN BLABLACAR



Me encanta cuando las cosas siguen su cauce natural y termina pasando lo que era lógico y de esperar. O por lo menos lógico y de esperar para aquellos que estaban analizando los acontecimientos de una forma objetiva sin dejarse influir por sentimentalismos, y que quizás precisamente por eso hicieron diagnósticos tan acertados que poco a poco se van cumpliendo.

Hace tiempo ya que algunos venían diciendo que esta mal llamada crisis no era tal, o al menos no era una crisis más, si no que era una de esas crisis llamadas sistémicas, que hacen que cuando sales de ellas no vuelvas a lo de antes, si no que cuando lo haces el modelo económico ha cambiado, y cuando esto ocurre cambia casi todo con él, la forma de entender el trabajo, el consumo, o la sociedad en sí misma.

No se me ocurre nada que represente mejor ahora mismo el cambio de modelo que estamos viviendo que el fenómeno de Blablacar. Está triunfando de manera aplastante y lo está haciendo precisamente porque encaja a la absoluta perfección en el nuevo modelo económico y social en el que ya hemos empezado a entrar.

¿En que consiste este nuevo modelo? Bueno pues cada vez conocemos más cosas de él y cada vez se va perfilando más, dejándonos ver hacia donde nos estamos dirigiendo. La base fundamental del tema es, como ya se ha escrito por ahí, que “la fiesta se ha terminado”, refiriéndose a que la era del hiperconsumismo y megadesperdicio que se ha vivido en Occidente durante el último medio siglo se ha agotado.




Se juntan dos fenómenos que hacen que esto irremediablemente sea así, por un lado parece que por fin nos damos cuenta y aceptamos que los recursos del planeta son los que son, y por otro se abre la posibilidad a cientos de millones de personas procedentes de países emergentes a subirse a la sociedad del consumo.Es decir, recursos limitados a repartir entre más gente, esto hace que el megaderroche de las sociedades Occidentales vivido hasta la fecha tenga que cortarse, y así está ocurriendo.

Bien, pues partiendo de esta base, empezamos a ver algunas de las características del nuevo modelo, como por ejemplo, menos sentido del individualismo, más sentido de la colectividad, más optimización de los recursos, o menos consumismo materialista y más vivir experiencias nuevas, y por supuesto muchísima conectividad entre la gente. No sé si se han dado cuenta, pero Blablacar, representa todas y cada una de esas cosas.

Por eso Blablacar es un servicio 100% de los nuevos tiempos, y triunfa especialmente entre la gente joven. Porque esa gente ha entendido a la perfección de que va esto. Ya han aceptado que no van a vivir como lo hicieron sus padres, y aquí no quiero entrar en si va a ser mejor o peor, lo que va a ser sin duda es muy diferente.

Si en los 80 y los 90 lo que molaba era irse de viaje en el coche nuevo, ahora lo que mola es irse de viaje compartiendo coche y conociendo gente nueva. Lo de antes se basaba en el consumismo, lo de ahora se basa en vivir experiencias nuevas.

Este fenómeno absolutamente imparable, no es ni mucho menos una moda pasajera, y de la misma forma que ocurre con Blablacar, empieza a ocurrir lo mismo con la vivienda, grupos de 3 o 4 personas que comparten piso de forma permanente y que acaban siendo entre ellos su propia familia, personalmente conozco ya algún caso.

Leí hace poco precisamente un artículo sobre esto, y una de las cosas que decía es que esa gente estaba viviendo con menos recursos materiales que sus padres, pero a la vez lo estaban teniendo más fácil para ser felices.




Y si lo piensan tiene todo el sentido del mundo, porque la felicidad humana depende mucho más de las relaciones con los demás que del materialismo.

Por eso yo le diría a la gente joven que no se preocupen demasiado cuando les dicen que van a vivir peor que sus padres. Que cambien la palabra peor por la palabra “diferente”, y que piensen que seguramente es más fácil encontrar la felicidad en una sociedad que se basa en la conectividad de las personas, la optimización de los recursos y las vivencias de nuevas experiencias, que en la sociedad vivida hasta ahora, donde parecía que lo más importante era que nueva TV o pantalones de marca te acababas de comprar.

Nosotros, en el fondo, podremos ser más felices que ellos, o quizás incluso lo estamos siendo ya.



FICHARA