martes, 26 de agosto de 2014

RTI, LAS 3 LETRAS QUE LO CAMBIARÁN TODO






Ni los que estábamos más convencidos de que la revolución robótica acabaría por llegar pensábamos que la tuviésemos tan encima. Aquello que veíamos en películas futuristas de los 80 de que los robots harían muchos de los trabajos que entonces hacían los humanos ya nos está pisando los talones, y es que al fin y al cabo ya hace unos cuantos años de aquello, y si no que se lo digan a Marty McFly que el año que viene será el año de su viaje en el tiempo en Back to The Future II.

Si algo les encanta a los americanos es parametrizarlo todo, pasar cualquier cosa a un ratio o escala que se pueda medir, sacar estadísticas y transformarlo todo en un número o un porcentaje de algo.

Pues bien, siguiendo la propia lógica de las cosas ya ha ocurrido lo que era inevitable, como siempre, cuando ocurre algo de esto a posteriori parece algo obvio que podría haber sido previsible, yo les confieso que jamás se me pasó por la cabeza algo así.

Y es que ya se ha parido el ratio que mide, contabiliza o en definitiva transmite en un número y por tanto es susceptible de crear comparativos, el grado al que está expuesto nuestro puesto de trabajo, el de la vecina y el de nuestro primo en acabar siendo realizado por un robot.

Acuérdense bien de estas 3 letras porque oirán hablar mucho de ellas en menos tiempo de lo que imaginan: RTI, las siglas de “Routine Task Intensity”, es decir, Intensidad Rutinaria de Trabajo.

Y es que si algo saben hacer bien los robots es repetir la misma cosa 1 millón de veces sin cometer fallos, cansarse o sentir aburrimiento o frustración. Por el contrario, donde fallan estrepitosamente es a la hora de ser creativos, improvisar o involucrarse en el desarrollo y formación de humanos.




Jemery Rifkin ha dicho que en algún momento del S.XXI solo hará falta el 5% de la población mundial para crear el 100% del PIB. Yo no sé si será el 5, el 10 o el 15, lo que está clarísimo es que la gente necesaria en el sistema será sensiblemente inferior a la actual.

Lógicamente estamos hablando de un fenómeno histórico al nivel de la Revolución Industrial, cuando pasa algo así cambia todo, empezando por la estructura social, la cual acaba siendo algo ni remotamente parecido a lo que era antes.

En realidad, hay muchísimas similitudes entre aquel fenómeno que se inició en la Inglaterra del S.XVIII y el que estamos a punto de vivir. No es casual que el inicio del fin de la esclavitud se diese en el mismo sitio y en la misma época que la Revolución Industrial, a fin de cuentas, ¿para qué vas a tener a la gente recogiendo algodón si el trabajo de cientos de ellos lo puedes hacer con una sola máquina? Es más, algunos de ellos podrían acabar desarrollando sus talentos y elaborando tareas de mucho más valor.




Pues algo muy similar es lo que se nos viene encima. Los trabajos más pesados, rutinarios, peor pagados y que menos proyección profesional ofrecen serán los que los acaben desarrollando las máquinas. En definitiva, estas acabaran sustituyendo a la gente más esclavizada del sistema actual, como ocurrió en la Inglaterra del S.XVIII.

Como siempre digo, no quiero venderle a nadie un camino de rosas, porque de seguro que no va a ser así. Las transiciones siempre son difíciles, y si algo va a ser el S.XXI es un periodo profundamente transicional, por eso en términos históricos acabará siendo tan importante.

Pero en lo que no podemos caer es el cerrilismo, en la oposición al progreso y al avance tecnológico, ni siquiera cuando nuestro modo de vida particular se vea alterado por ello. Porque las sociedades que caigan en eso serán las que peores paradas salgan de esta Revolución Robótica que está a punto de comenzar.

Este verano, La Universidad de Toronto ha hecho un experimento increíble, uno de esos que demuestran que tipo de sociedades se van a adaptar a la perfección a todo esto de lo que venimos hablando.

Y es que HitchBox, un pequeño robot con un peculiar atuendo se ha cruzado toda Canadá haciendo autostop. Ha sido el fenómeno del verano, todo el mundo quería conocerlo, hacerse fotos con él y por supuesto hacerle un sitio en su coche.




Lo mejor de todo, es que el objetivo del proyecto era ver como interactuaba la sociedad canadiense con el robot, es decir que era un experimento más sociológico que tecnológico. El resultado ha sido todo un éxito.

Así que por favor no nos empeñemos en seguir recogiendo el algodón a mano y miremos las cosas con una perspectiva más amplia, porque si como sociedad no estamos preparados para algo así, ha quedado demostrado que otras sí que lo están.

“Si hay algo imparable, en la historia, es la tecnología”. Santiago Niño Becerra.


FICHARA

domingo, 10 de agosto de 2014

SI HAY VIDA NO HAY GARANTIAS






Siempre que se produce un gran cambio social, aparecen conceptos nuevos, y desaparecen otros que hasta ese momento se habían considerado útiles. Si asimilar conceptos nuevos puede ser una labor altamente dificultosa y que requiere su tiempo de adaptación, el olvidar conceptos que hasta ese momento se habían considerado pilares de la estructura social, suele ser mucho más complicado todavía.


Uno de los conceptos que considero que no va a tener sentido en el modelo al que vamos es el de garantía. Hasta ahora muchas cosas se daban por garantizadas, o así al menos se le vendía a la gente. “Haz esto y como recompensa tendrás aquello”. “Estudia y tendrás un buen trabajo” “Cotiza y tendrás una buena pensión”. 


Esos serian varios de los ejemplos más recurridos de supuestas “garantías” que nos ofrecía el sistema, o mejor dicho el modelo, porque como ya hemos dicho el sistema de momento va a seguir siendo el mismo, lo que está cambiando es el modelo.


Aquí hay (lo ha habido siempre) un grave problema de fondo. Y es que el concepto en sí mismo de vida choca frontalmente con el de garantía. Si estás vivo no puede haber garantías, porque lo único garantizado de verdad cuando se está vivo es que algún día se dejará de estarlo. Por tanto “garantía” y “vida” son dos conceptos antagónicos, opuestos en su misma definición.




¿Entonces por qué hasta ahora se ha hablado tanto de garantías? Bueno pues fíjense simplemente en cuando se utiliza ese término, ni más ni menos que cuando se quiere publicitar algo.“Con este detergente tendrá la máxima blancura garantizada” “Con este fondo de inversión tendrá la máxima rentabilidad garantizada”  “En esta universidad le garantizamos la mejor educación para su hijo”, etc.


Es decir, se usa el término garantía cuando hay competencia y quieres lanzar un mensaje publicitario que te diferencie de tus competidores, vendiéndole a la gente la tranquilidad de que lo tuyo va a funcionar mejor.


Pues exactamente eso es lo que se hizo con el modelo durante la segunda mitad del SXX. Durante aquellas décadas nuestro modelo competía con otro modelo rival, y por lo tanto necesitaba “venderse” a sus propios ciudadanos. Así se creó la propaganda del propio modelo, que se vendía a sí mismo, pretendiendo tranquilizar a la gente y que esta se sintiese cubierta por las “garantías” que el mismo ofrecía.


La gente vivía tranquila pensando que tenía garantizada la sanidad, la educación, el trabajo o en su defecto el ingreso del paro, las pensiones, la seguridad, cierta capacidad de consumo… 


Desde un punto de vista racional lo lógico habría sido explicar que aquello se daba en aquel momento porque unas condiciones determinadas lo permitían, pero que si cambiaban las condiciones que hacían aquello posible, pues lógicamente todo aquello se dejaría de dar.


Pero claro explicarlo de aquella manera habría supuesto incertidumbre para la gente, y cuando hay incertidumbre muchas veces hay miedo (tampoco debería de ser así) y el modelo lo que buscaba era todo lo contrario, necesita tranquilizar a la gente y que esta creyese en él, así que como un producto cualquiera más se vendió con mensajes que le daban “garantías” a la gente.


Esto tiene gravísimas consecuencias, como que la gente acabe cogiendo aversión a correr riesgos.  Si a la gente la programas para que una acción ” X” siempre tenga garantizada una reacción “Y”,  la descolocas si un día le pides que haga “X” sin tener la garantía de que el resultado vaya a ser “Y”.



Así hay una generación (en realidad son varias) que no conciben que su Estado no les pueda garantizar ciertos servicios, y lo que es mucho peor, no conciben realizar un movimiento sin estar seguros del resultado.


Lógicamente con un planteamiento así la humanidad nunca habría avanzado. La evolución, el progreso, el avance, la vida en si misma, conllevan riesgos, aventuras, incertidumbre, lanzarse a buscar sin saber qué es lo que vas a encontrar, soñar.



Por eso mismo buscar o exigir la garantía de algo es uno de los peores (si no el peor) freno contra el avance.  Garantía y vida chocan, en consecuencia mientras haya vida no puede haber garantías, porque lo único garantizado de verdad es que algún día dejaremos la vida, así que por lo que a mí respecta que las “garantías” permanezcan lejos durante el mayor tiempo posible.



FICHARA

viernes, 1 de agosto de 2014

ESTAFA PIRAMIDAL







Una de las cosas que más me alucinan de las generaciones Occidentales de las últimas décadas es como en muchos países la gente ha aceptado que sus Estados les obliguen a formar parte de una estafa piramidal de libro.

Para el que lo desconozca una estafa o un timo piramidal consiste en montar una cartera de inversión cuyo retorno se basa no en el rendimiento del capital invertido, sino simplemente en los ingresos que se suponen que harán los futuros miembros.

El problema evidentemente está en que para que funcione cada vez tiene que ser mayor el número de personas adheridas al sistema, para que la base sea lo suficientemente grande para financiar a los de arriba.

Posteriormente tiene que aparecer una nueva base aun mayor para financiar a la base anterior que ya habrá subido de nivel, y así sucesivamente hasta el infinito.

Si la base deja de crecer y se mantiene en un número estable, el sistema empieza a fallar, porque cada nuevo miembro tendría que financiar él solo a otro miembro del escalón superior, lo que le supondría una carga asfixiante. Y por supuesto si la base decrece la caída puede llegar a ser en picado.

Lógicamente montar este tipo de estructuras de inversión es absolutamente ilegal, puesto que es del todo insostenible y aunque al principio y durante un tiempo puede hacerle ganar mucho dinero a los primeros en entrar, es de cajón que pronto o tarde habrán inversores que no podrán recuperar un capital equivalente al invertido, y en el límite los últimos en entrar lo perderían todo.

Por desgracia, este tipo de timos reaparecen de vez en cuando camuflados de muy diferentes maneras, unos de los casos más sonados de los últimos años fue el caso Madoff de EEUU que se destapó y se vino abajo cuando en la crisis del 2008 ya no aparecieron nuevos inversores que alimentasen la base de la pirámide.




Como ya he dicho, por supuesto este tipo de prácticas es totalmente ilegal, ya que se basan en un crecimiento al infinito de la gente que va entrando en él y como eso es imposible pues siempre acaban cayendo.

Ninguna cartera de inversión privada se puede gestionar bajo estos principios, pero en muchos países Occidentales, existe una lamentable excepción: si esta estafa la lleva a cabo el Estado entonces se da por buena y es totalmente legal.

Y de esta forma es como nacieron los sistemas de pensiones no capitalizables como el que existe por ejemplo en España. (O Expaña como me gusta llamarla en este blog).
¿Por qué se puso en marcha y se permitió algo así? Bueno pues yo creo que fue básicamente por dos razones:

-1/ Porque se podía hacer. Les salían los números. Como es lógico al comienzo de una estafa piramidal, la cosa funciona, y los primeros en entrar efectivamente pueden ganar mucha pasta. Si esto lo extrapolas a nivel estatal y la estafa la planteas sobre decenas de millones de personas, la inercia del arranque hasta que el sistema empieza a fallar pueden ser décadas, máxime si en el momento del arranque tienes una estructura poblacional donde hay muchos más jóvenes que mayores y sabes  que la relación trabajador-pensionista te va a ser favorable. ¿Es sostenible en el tiempo? Sabes desde el principio que no, pero también sabes que te puede funcionar durante muchos años hasta que el sistema empiece a fallar.

-2/ Porque servía de propaganda del sistema. En el momento que se pusieron en marcha las coberturas sociales (como las pensiones y la sanidad) en la mayoría de los países Occidentales, en el mundo había una dualidad entre dos posibles sistemas. Además del nuestro (llamémosle capitalista para entendernos) estaba el sistema soviético. Lógicamente al sistema de aquí le interesaba “venderse” a sus propios ciudadanos y que estos se sintiesen afortunados por estar dentro de él. La gente veía que se jubilaba con una buena pensión, que se le atendía en el medico de forma gratuita y todo el mundo estaba contento y feliz.

Y así han pasado varias generaciones Occidentales, disfrutando de las coberturas de un sistema basado en una auténtica estafa, mirando hacia otro lado mientras a ellos les ha funcionado, aun a sabiendas que antes o después se derrumbaría.




Hay un argumento que hemos oído muchas veces, y es que hay que aumentar la población bien sea teniendo hijos, bien sea atrayendo emigración para que nos puedan pagar las pensiones.

Lógicamente esto lo único que hace es alargar el problema, el propio argumento reconoce la estructura piramidal del sistema, y la supuesta solución, lejos de arreglar el problema, lo único que hace es alargar en el tiempo la caída, ya que dentro de X años harían falta aún muchos más niños o más emigrantes y así sucesivamente hasta el infinito, puesto que como ya hemos explicado con un número estable de población  y una relación próxima a 1-1 de trabajador-pensionista no se sostendría. Siempre harían falta más trabajadores que pensionistas, creciendo más y más continuamente la población.

Pero hay quien sostiene que en realidad si es sostenible, porque la producción per cápita siempre es creciente y eso consigue que el sistema sea perpetuo. Bien aquí hay dos errores de planteamiento:

 - Primero, que no puedes extrapolar hechos del pasado hacia el futuro con garantías de que se vuelvan a repetir. Es decir, si por ejemplo entre 1950 y el 2000 la producción  per cápita aumentó X, no puedes suponer que entre el 2000 y el 2050, vaya a aumentar en la misma proporción. Suponer que eso vaya a ocurrir, ya es suponer muchísimo.  

Segundo,  incluso dando por bueno que eso fuese a ocurrir, el sistema sería insostenible igualmente, porque el  nivel de producción per cápita no puede crecer hacia el infinito, no al menos hasta que descubran la forma de clonar el planeta y tener una serie N de planetas como en nuestro para explotar, cosa que de momento no parece que vaya a ocurrir.

Así que se mire por donde se mire es del todo insostenible, y como en todo timo piramidal, los primeros en entrar disfrutan de los beneficios del mismo sin apenas aportar, los siguientes reciben algo equitativo a lo aportado, y los últimos lo pierden todo o casi todo, recibiendo muchísimo menos de lo aportado por ellos. ¿Adivinan a que nivel de la pirámide pertenecemos Los Hijos de los 80?. Sí lo han acertado…

Por cierto,  aunque se ha hablado casi todo el texto de pensiones, el tema en realidad abarca también al sistema sanitario, con el que ocurre exactamente lo mismo, emplea la inmensa mayoría de sus recursos en la gente mayor, financiado por la gente que trabaja, entendiendo que la proporción sale favorable…hasta que deja de serlo.

Por eso las pensiones y la sanidad tal y como las conocemos tienen los días contados. Lógicamente no se dejara a la gente en la calle ni morir de hambre, se quedará una paga mínima, lo justo para ir tirando.

Pero poder “disfrutar de la jubilación” y de un sistema sanitario gratuito que parecía poder cubrirlo todo, son unos conceptos que sirvieron de propaganda del sistema y que fue sostenible durante un periodo concreto de la historia, pero es algo que ya está en tiempo de descuento. 

Por eso, entre otras cosas, en los próximos años veremos una reducción de la esperanza de vida media en países como Expaña.

Abróchense los cinturones, que lo que vienen son mucho más que curvas…






FICHARA