Hace tiempo que llegué a la conclusión de que la mayor, mejor
y más puras de las democracias es el libre mercado.
Toma ya!!! Menuda frasecita de ultra liberal que me acabo de
marcar. Pero voy a intentar explicarlo.
Cada vez que decidimos gastarnos dinero en algo es como si
votásemos, piénsenlo, cada vez que consumimos algo le estamos lanzando un
mensaje a la sociedad, le estamos diciendo por donde queremos que vaya.
Cuando vas a por el pan, le las un voto al panadero, y le estás
diciendo a la sociedad que tú quieres panes, que quieres que alguien ofrezca
pan, y además le estás diciendo a la sociedad exactamente en qué lugar y cuando
quieres que te sirvan el pan. Y le estás diciendo al panadero que él es digno
de tu €, que has decidido dárselo a él porque piensas que es justo lo que te
ofrece a cambio y que el intercambio es correcto.
Lo mismo pasa con absolutamente todo, cada vez que consumes
algo estas emitiendo votos, el libre mercado es una democracia que te permite
votar todos los días, incluso varias veces, y a distintas personas en un mismo
día, y a cualquier persona de cualquier país, y hasta te deja que le des más
votos a unos que a otros.
Como dijo una vez una amiga mía: “Tú decides a quién quieres
hacer rico”.
Y es absolutamente cierto, cada vez que consumes algo de una empresa
estas votado porque esa empresa gane dinero, es un voto que dice que tu consideras
que el dueño de esa empresa merece ganarlo.
Somos la gente los que hemos hecho ricos a otra gente, y
voluntariamente.
Si has comprado ropa de tal multinacional es porque has
querido, si has comprado móvil de X marca es porque has querido, si has comido
en un restaurante es porque has querido, y en el fondo incluso si enciendes la
luz de tu casa o pones gasolina al coche es porque quieres y en el fondo
piensas que te compensa.
Todo eso han sido votos, votos en los que decías exactamente
qué tipo de sociedad querías, y votos en los que le reconocías a ciertas
personas que merecían ser ricos, piénselo.
Desde el panadero hasta la petrolera, a todos les has dado
dinero de tu bolsillo sin tener una pistola en la cabeza que te obligase a
hacerlo, a todos ellos les has votado, y en última instancia a todos ellos has
hecho ricos y les has dado poder.
Porque la gente que tiene poder sobre nosotros es porque nosotros
mismos se lo hemos dado, tanto a nivel individual (personal), como colectivo (sociedad).
Quizás tú no directamente, o quizás sí, pero en cualquier
caso tu sociedad, mediante sus votos ha decidido que sean Bill Gates, Amancio
Ortega, Carlos Slim, o Juan Roig los que sean ricos y poderosos por nombrar
solo unos pocos.
Tu sociedad, y posiblemente tú también de forma directa, ha
votado por Cristiano Ronaldo, por Belén Esteban o por algún niñato de 16 años
que cante alguna basura.
A partir de ahora, cuando digan que el mundo es injusto,
paren a pensarlo dos veces, ¿quien hace que Cristiano Ronaldo gane decenas de
millones? Es la sociedad, somos nosotros, no es el sistema, el sistema solo nos
da la libertad para votarle a él, votar a otro, o no votar a nadie, al igual que
los políticos, no están ahí porque sí, las sociedades les hemos votado.
La conclusión es clara:
Consumir, al igual que ir a votar, es un acto de altísima responsabilidad.
Consumir, al igual que ir a votar, es un acto de altísima responsabilidad.
Así, que próxima vez que vayan a soltar 1€ de su bolsillo
reflexionen: ¿qué mensaje le estoy dando a la sociedad con esta acción?, ¿a quien le estoy dando poder y haciendo rico?
¿Estoy conforme con el voto que estoy emitiendo?
FICHARA
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