martes, 12 de noviembre de 2013

VIVIR A CRÉDITO





Siempre he dicho que el consumismo es la forma de esclavitud moderna, es la manera de tener atrapada a la gente.


Sé que esto suena muy impopular, siempre que he intentado explicarlo ha salido alguno echándoseme al cuello: “la gente se gasta su dinero en lo que quiere”, “el consumismo es bueno para la economía” y bla bla bla, me he oído ya todas las contestaciones.


Lo cierto es que el consumismo, y especialmente el consumismo a crédito, es la mayor de las trampas posibles para los trabajadores.


El tema es algo complejo de explicar pero voy a intentar ir despacito y con buena letra para que pueda entenderse.


El modelo de hiperconsumo del que ahora nos estamos ya despidiendo, nació tras la IIGM. Los industriales, es decir los dueños de las fábricas y de los medios de producción se dieron cuenta que su cuello de botella que les impedía ganar más era que la gente no tenía apenas poder adquisitivo.


Así pues se decidió darle mayores posibilidades económicas a la gente, de manera que pudiesen gastar y así los dueños de los medios productivos vender más y ganar más dinero. 




Además, los gobiernos vía impuestos recaudarían más, así que todos ganan. Por supuesto debido a esto la competitividad se aceleraría y las empresas buenas sobrevivirían y las menos buenas cerrarían.


Todo era perfecto y maravilloso, excepto por una cosa: ¿Qué pasaba si la gente no se gastaba el dinero que se le pagaba y en vez de eso lo ahorraba o incluso invertía?


Pues que entonces los dueños de las fábricas no venderían ni ganarían más, y encima a largo plazo tendrían un problema mayor, que la gente tuviese suficiente capital o recursos como para vivir sin trabajar, y por lo tanto a menos gente dispuesta a trabajar, más difícil sería encontrar empleados, y más dinero habría que pagarles.


La solución fue simple: grabarle a la gente a fuego que el dinero que ganaban era para gastar, ciertas consignas parecían indiscutibles: “Gastar es bueno para la economía y para tu país” “Gastar te hará feliz” “Date caprichos que ser el más rico del cementerio es muy triste…” etc, etc, etc.




El discurso funcionó de coña, y la gente lo compró en seguida. Pero como siempre se le quiso dar una vuelta más de tuerca al asunto.


Pongamos un ejemplo:

Imaginemos que soy el dueño de una fábrica de coches, y fabrico un coche que lo puedo vender por 30.000€ sacándole un beneficio.

Lo pongo a la venta, y todo aquel que disponga de 30.000€ y le guste mi coche puede comprármelo. Pasa el tiempo, voy vendiendo coches y voy ganando dinero con ellos, acumulando capital en mis cuentas bancarias.


Pero llega un momento en el que quiero más y me planteo 2 cosas: 1/ quiero vender más coches, 2/ quiero sacarle rentabilidad al dinero que tengo en el banco.


Y aquí es cuando se produce la mayor de las perversiones, la mayor trampa que el sistema haya podido engendrar para el trabajador: Yo, dueño de la fábrica le dejo mi dinero a la gente que no lo tiene para que me compren mis propios coches.




Así consigo resolver los 2 problemas a la vez: vendo muchísimos más coches, y además consigo sacarle rentabilidad a mi dinero, porque por supuesto lo presto con intereses.

Dense cuenta de la grandísima trampa que esto supone para el trabajador, a cambio de una golosina (cambiar de coche) le estoy pervirtiendo de manera que le corto las alas para que pueda ahorrar y encima le cobro dos veces, una por el coche y otra por el dinero que le presto.


Como se ve, el consumo a crédito lo que hace es multiplicar exponencialmente la diferencia entre clases, hundiendo por completo al que menos tiene y multiplicando enormemente los beneficios del que más tiene.


Pero no solo eso, el problema es más grave aún. ¿No se han preguntado nunca por qué en España durante la década pasada subieron tanto los precios de todo mientras los salarios permanecían congelados?

Pues precisamente por lo mismo, si la gente podía consumir porque tenían crédito para ello ¿para qué le vamos a subir el sueldo? No hace falta hacerlo, yo ya estoy vendiendo a tope….

¿Se dan cuenta? Es muy triste analizarlo y ver como la gente pica una y otra vez, pero es que para la mayoría es taaannnn tentador darse algún capricho de vez en cuando…


FICHARA

2 comentarios:

  1. Ey crack! Felicidades x tu post, estás a tope!

    Me ha encantado, te sigo atentamente... que lo sepas!

    una cosa, opino que al final de la exposición saltas demasiado rápido a la conclusión de que la financiación con intereses por parte de las marcas de sus propios productos es causante de que los sueldos se hayan congelado... creo que es un hecho paralelo y que ha hecho que no se notara tanto la congelación de los salarios y el descenso del poder adquisitivo. De alguna manera ha "disfrazado" el descenso de poder adquisitivo A CORTO PLAZO e incluso lo ha aumentado, pero claro, como tu dices, a costa del poder adquisitivo a medio y largo plazo. No tengo tan claro que sea una causa-efecto directa! Si no es así, convénceme (si te apetece)!

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  2. Seguramente lo haya querido resumir demasiado, lo que pretendia decir, es que la orgía de crédito que tuvimos en general fue la causa principal de que los salarios se congelasen al mismo tiempo que la economía seguía creciendo. Como la gente tenía dinero para gastar (porque se lo daban a crédito) no hacía falta subirles las nóminas para que siguiesen consumiendo. Me alegro muchísimo de que te guste y sigas el blog. Un abrazo figura!!!

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