lunes, 11 de noviembre de 2013

EUROPEAN CITIZEN (II)







Y ahora es cuando llegamos a lo divertido de verdad, la madre del cordero, la clave de las claves, el paso más difícil a la que la Unión Europea se va a enfrentar y lo que será definitivo para su éxito y consolidación y poder llegar a ser un día una verdadera nación: La Unión Fiscal.


Este blog se llama “Los hijos de los 80”, en referencia a todos aquellos que nacimos en esa fascinante década y que tantos cambios nos va a tocar ver en nuestra vida, cosa que por cierto a mi me parece apasionante.


Pues bien, a los Hijos de los 80 quiero decirles algo: 

el gran debate que vamos a vivir durante la mayor parte de nuestra vida, aquello de lo que oiremos hablar en la TV, internet, prensa de todo tipo y radio, aquello que nos acompañará en las tertulias domésticas de sobremesa durante 25 o 30 años es ni más ni menos que la Unión Fiscal Europea.


¿Qué es la unión fiscal europea? Pues que los impuestos que paguemos todos los europeos no estén administrados por los gobiernos de nuestros actuales países, si no por un órgano europeo, o dicho de otra forma, que los impuestos que paguemos no los regule y administre Madrid, si no Bruselas.


Imaginad por un momento todo lo que esto supone y el amplísimo debate que esto puede abrir.  Esto implica una infinidad de cosas, desde la uniformidad de los impuestos de todo tipo hasta como y de qué manera estos impuestos se van a administrar.  


¿Podría ir dinero de un contribuyente de Valencia a pagar algún gasto de una región de Rumanía? ¿Debería de pagar los mismos tramos de IRPF un ciudadano de Baviera que un andaluz?


Como veis el tema es cuanto menos divertido de afrontar. Yo personalmente tengo mi propia idea de cómo se va a desarrollar y resolver el asunto.


La premisa fundamental es que hay que aprovechar lo mejor posible los recursos disponibles, ya que estos son limitados, y por tanto debemos usarlos de la manera más inteligentemente posible para avanzar científica y tecnológicamente. 


Apostar por otra cosa es apostar por frenar el desarrollo, lo cual nos metería en una especie de era oscura en la que el progreso y la ciencia se detendrían, o dicho de otro modo: Una segunda Edad Media. Por si hay algún despistado, conocida también como la Edad Oscura.


Una vez le oí a alguien un planteamiento que me hizo pensar: “¿Se imaginan en qué año hubiésemos llegado a la Luna si el Imperio Romano no hubiese caído? Y la verdad uno se queda con cara de tonto cuando lo piensa un poco. ¿Quizás hubiésemos llegado unos 1.000 años antes? (los 1.000 años de parón de la Edad Media) ¿Cómo sería la vida en el momento actual, Noviembre de 2013 cuando escribo estas líneas, entonces? Me mareo solo de pensarlo.




Bien, puesto que la Unión Europea en cierto modo podríamos decir que es nuestro propio Imperio Romano en versión moderna, debemos darnos cuenta de lo absolutamente transcendental que es hacer una política fiscal inteligente que aproveche al máximo los cada vez más escasos recursos disponibles y que nos evite entrar en una nueva Edad Oscura.


¿Cómo conseguimos pues sacar el máximo partido de los recursos que tenemos? Pues básicamente dejando al que pueda avanzar que avance, lo cual eso se traduce en dos cosas, dejar que los territorios con posibilidades las aprovechen, es decir que gran parte de los impuestos se queden en ellos, y no penalizar a las personas productivas sino a las que consumen recursos, es decir bajar la carga fiscal de IRPF e Impuestos de Sociedades y subir la del IVA.


Para dejarlo claro: La Europa con futuro es la Europa de las regiones, no la Europa de los países, y a su vez es la Europa del IVA alto y de bajos IRPF e Impuestos de Sociedades.


¿Qué son las regiones? Pues en España lo que ahora llamamos Comunidades Autónomas. Lo que quiere decir esto, es que con la Unión fiscal Europea consolidada, los impuestos que paguemos se quedarán en mayor medida en la Comunidad Autónoma, otra partida importante se irá a Bruselas y lo que ahora entendemos como estados centrales (España, Francia, Italia…etc) tendrán una capacidad recaudatoria y unas competencias mínimas.


Europa siempre ha sido de regiones, nada tiene que ver el norte de Italia con el sur, nada tiene que ver los 200km a la redonda de la Torre Eiffel con el resto de Francia, nada tiene que ver la Alemania del Este con la del Oeste, nada tiene que ver un pueblo de Navarra con uno de Huelva.


Antes al contrario, La Europa de los Clusters y regiones con intereses comunes siempre ha estado ahí más allá de las divisiones por países.





Todo esto puede sonar a ciencia ficción, y a día de hoy lo es, pero tener por seguro que lo acabaremos viendo, eso sí, los debates tensiones y polémicas que surgirán durante su implantación van a ser guapas, por eso os decía que tenemos cacao para 3 décadas.


Solo con la unión fiscal consolidada podremos dar el paso definitivo y completar nuestra hoja de ruta hacia nuestra nueva nación: la unión política. 

FICHARA

1 comentario:

  1. Subir IVA y bajar IRPF. La de veces que he escuchado lo contrario como mejor medida para el pueblo.

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