martes, 19 de noviembre de 2013

TIC-TAC...






TIC-TAC, el tiempo corre. Cada segundo de vida que pasa no se puede recuperar.

Uno de los graves problemas de la cultura occidental es que vive de espaldas a un hecho irrefutable: todos vamos a morir. 

No, en serio, vamos a hacerlo. Y quizás sea dentro de 50 años, pero quizás lo sea dentro de 50 horas, ni tú ni yo lo sabemos.  Afrontemos ese hecho de cara, porque vivir anestesiados a eso nos puede hace perder la perspectiva de las cosas.

Es precisamente la condición finita de nuestras vidas la que hace que sean importantes.  Es esa la razón que hace que ser feliz hoy tenga sentido, no esperes a mañana, se feliz hoy.

Nos han enseñado a que vivamos soñando,  a que estemos siempre expectantes de alcanzar algo, a llegar a algún sitio, no se sabe muy bien dónde ni cuándo. Olvídate de esa basura.

Todo eso son historias, la felicidad está en nosotros, es una actitud. A nivel material con no pasar hambre y frío ya se puede ser feliz. Algunos dirán que hay que tener ambiciones en esta vida. Para ellos se las dejo. Porque el mayor logro que se puede alcanzar es estar a gusto y en paz con uno mismo. Cuando lo estás lo demás no importa, la sonrisa te viene a la cara sin darte cuenta.

No hay cosa más triste que ver una persona mayor amargada, ese viejo que todos conocemos con cara de perro. Toda una vida y no han aprendido nada. No han sabido que pueden ser felices, que es simplemente una cuestión de actitud. Pena me dan.

Una actitud sí, porque la vida la comparo con unas vacaciones. En unas vacaciones las cosas te pueden salir bien o mal, te pueden salir las cosas como habías planeado o no, puedes tener tus más y tus menos con otras personas, pero solo una cosa es seguro: las vacaciones se acabarán.

Y cuando llegue ese momento solo habrá importado una cosa: la actitud con la que te hayas tomado las cosas, lo demás no importará, ya no podrás hacer nada, tus vacaciones se habrán acabado.

Con la vida pasa lo mismo. Puedes ser rico, puedes ser pobre, puedes tener plena salud o puedes tener alguna enfermedad, puedes estar con alguien o puedes estar solo…pero al final lo que te llevas a la tumba es la actitud con la que te hayas tomado las cosas en tu breve paso por este globo.

Dicen que la depresión es exceso de pasado y la ansiedad exceso de futuro. Y es totalmente cierto. El pasado, pasado está, y el futuro llegará antes de lo que pensamos. Así que solo nos queda el presente. Vivir hoy, ahora, este mismo momento. No hay razón para no disfrutarlo y saborearlo. Sonríe.

Disfruta de las pequeñas cosas, suena a tópico, pero en serio hazlo. Si te gusta la música procura escuchar música a menudo, si disfrutas de una birras con amigos procura quedar a menudo con ellos, si te gusta el mar ves a la playa.

Despégate de las cosas materiales, no tiene ningún sentido lo que la mayoría de las veces sufrimos por ellas, que les den.

Descansa bien. Estar mal dormido nos desajusta el cuerpo entero, si tienes que madrugar, acuéstate pronto, al día siguiente te aguantarás mejor a ti mismo y a los demás.

Si sufres por algo supéralo, cada día que pasa de tu vida es un día menos que te queda. Y da igual si vas a vivir 60 años más o solo 6 meses, cada día que pasa no vuelve. Deja el sufrimiento atrás y disfruta a partir de ya del tiempo restante.

Mientras estés aquí podrás hacer y sentir cosas, luego ya no. Parece obvio, pero la mayoría de la gente suele olvidarlo.

Trata bien a los que tengas cerca, la inmensa mayoría de las veces te lo devolverán con la misma moneda, y si alguien no lo hace, no te sofoques, ten paciencia, quizás esa persona aún ni siquiera sabe que quiere ser feliz, trata de guiarle.

Intenta ser optimista, el que es optimista al menos tiene opciones, el que es pesimista no tiene ninguna.

No dejes que el odio te invada, si cerca de ti hay alguna persona tóxica intenta ignorarla, y si puedes, apártala de tu círculo. Si dejas que el odio te invada te acabará haciendo más daño a ti que a él.

No esperes a hacer nada extraordinario,  porque lo más extraordinario que puedes hacer es trasmitirle alegría a otras personas. Sonríe a la gente y alguien te devolverá la sonrisa. Y que sea una sonrisa sincera, no una pose social.

No marujees, ni critiques, deja que cada uno viva su vida. No juzgues a los demás, cuando alguien juzga a otra persona solo se califica a sí mismo.

Olvídate de las reglas sociales, las reglas te las pones tú, los prejuicios están en tu cabeza.

Disfruta del camino, no esperes al fin de meta, ni siquiera a la siguiente etapa, disfrútalo ya.

No tengas miedo a lo desconocido, al que vendrá. Siempre hay una salida, y si no la hay es que no tenía que haberla, por eso es tan importante que hasta entonces disfrutes de cada momento.

TIC-TAC...

FICHARA

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